Una de los fundamentos de la ancestral medicina greco/árabe es el aforismo de Hipócrates: “Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”, y si hay en el mundo algo que puede ser un gran alimento y una gran medicina -sin importar de qué sistema médico estemos hablando- es sin duda la miel de abeja.
La miel ha sido usada durante siglos. Según varios estudios, Hipócrates, padre de la medicina, la utilizaba para curar problemas cutáneos, al igual que los egipcios, que la empleaban para sanar heridas y embalsamar a los muertos.
Las cualidades de este gran alimento son numerosas. Entre ellas destacan sus beneficios para eliminar toxinas y proteger el hígado contra los efectos secundarios de los medicamentos.
Quizá uno de sus atributos más conocidos es como fuente de energía por su gran aporte de glucosa, aminoácidos y oligoelementos. Por ello es un alimento ideal para aquellas personas anémicas o convalecientes que necesitan una ayuda extra para recobrar la vitalidad. Gracias a los aminoácidos, el pH de la miel es entre 4.5 y 5.5 por lo que es una proteína de origen animal con un alto valor nutricional.
La miel disminuye el riesgo coronario al aportar energía a la musculatura cardiaca, favorecer la producción de fosfatos orgánicos y purificar la sangre. Asimismo, ayuda a regenerar tejidos además de ser antibacteriana y antimicótico por lo que puede ser utilizada en heridas e irritaciones cutáneas y de las vías respiratorias.
Estimula la producción de antioxidantes como el ácido graso omega-6, que regula los procesos hormonales en el cuerpo, por lo que es especialmente beneficiosa para las mujeres durante el ciclo menstrual y la menopausia.
Los antioxidantes son sustancias naturales que impide la formación de óxidos, lo que a su vez frena la descomposición celular. En este sentido, el consumo periódico de miel de abeja puede ser un complemento dietético importante en la prevención de enfermedades cardíacas, del sistema inmune y de procesos inflamatorios.
Son muchos los beneficios de la miel por lo que en lo personal, la recomiendo ampliamente. Quizá lo más increíble, es que siendo una proteína edulcorante, regula el azúcar en la sangre ya que, al consumirla, estimula la producción de insulina en el páncreas y gracias a la fructosa permite que la glucosa sea captada por el hígado para formar glucógeno, el cual está disponible para el cerebro, corazón, riñones y células rojas en la sangre, mejorando así el funcionamiento de los órganos y tejidos esenciales, eliminando la glucosa de la circulación y reduciendo el azúcar en la sangre. De hecho, la miel tiene enzimas como la amilasa que desdoblan los azúcares por lo que ayudan a personas con problemas metabólicos.
Es sumamente importante que la miel que consumamos sea de buena calidad, pura, sin azúcar añadida y sin ningún otro proceso adicional. De hecho, orgánica se ser posible. La miel pura suele ser un poco grumosa y se cristaliza con el tiempo, esa es la forma más sencilla de identificarla. Es recomendable leer bien la etiqueta.
Podría escribir mucho más de este extraordinario alimento, tan extraordinario que es el único alimento que no se daña, no se echa a perder, no caduca. Y podríamos hablar aún más de ese maravilloso insecto que la crea y que parece tan insignificante y sin embargo del cual depende nuestra sobrevivencia en este planeta.
Por: Grupo de Especialistas Biaani
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5 Comments
Dónde puedo conseguir la cubeta de 5.6 kg de la miel que venden ustedes ?
Hola Manuel, tenemos 4 sedes y hacemos envíos a todo el país. Si gustas escribirnos al 446 139 1241 para canalizarte con la persona indicada. Saludos
Hola Manuel puedes conseguirla al 564174-4362. Saludos
en que momento se debe tomar la miel abeja , con que se puede combinar y en que cantidades diarias, gracias Dr. por su gentil respuesta
Hola Javier se puede tomar en cualquier momento del día, se puede combinar con proteínas sin problema y la cantidad dependen de tus necesidades diarias pero de 3 a 6 cucharadas soperas al día está dentro del rango general. Saludos